En el año 2018 un pirómano prendió fuego al monte, devastando gran parte del recorrido de La Mesa a Grandas de Salime. El contraste tras la experiencia de los días previos en el camino resultaba aún más desolador. El verdadero silencio sin fauna alrededor, el escenario quieto, inerte, sin amparo en ningún momento al sol y al viento frío. Se interrumpía por momentos aquel ambiente de soledad por las máquinas afanadas en la limpieza de la madera quemada, 4 años después se puede diferenciar perfectamente la parte trabajada de las colinas aún por despejar.




